

Juego de dos espejos redondos con estante en madera de abeto con rejilla de ratán.
Una pieza fundamental en cualquier espacio es el espejo. Es funcional, aporta muchos matices al espacio y además es un recurso super decorativo. Su capacidad de reflejar la luz maximiza la luminosidad de cualquier estancia y la amplía creando profundidad. Un espejo siempre nos devolverá un espacio más luminoso y más amplio.
Si además cuenta, como es el caso de este juego de dos espejos, con un estante se convierte en la pieza ideal con un plus de practicidad. Quedará magnífico en un recibidor de aires nórdicos, románticos o naturales. También en cualquier ambiente contemporáneo para aportar el contrapunto de naturalidad y calidez.
Instrucciones para el cuidado:
Limpiar con un paño de microfibras y limpiacristales. No utilizar productos abrasivos.
Ficha técnica
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